EN LA PRIMERA CARCAJADA PERDEMOS LA NOCIÓN DEL TIEMPO. LO BONITO ES QUE ESA CARCAJADA DURE DESPUÉS DE LA RESACA DE LAS MARIPOSAS.

El amor... ¿sabes, no? Te dejas llevar a donde nunca, quizá, imaginaste por que ahora tienes dos cerebros y dos corazones con los que sentir estímulos.

Recorremos un viaje psicodélico envueltos en luces y estrellas. Somos adictos y esperamos que la droga no se acabe nunca.

Pero es cierto cuando todo el mundo te dice que eso se acaba.

Y que luego queda otra cosa. No le pondremos nombre, no hay necesidad.

Las relaciones pasan por muchas etapas, y no para todos son iguales, no te voy a mentir. Pero sí te diré que con el paso de los años, las circunstancias muchas veces se tornan tiranas, y luego se limpian de Egos y crecen como una planta con un sustrato bien trabajado.

Y de pronto se vuelven a oscurecer y a iluminar otra vez. Así es la vida, y las relaciones humanas.

Nada dura para siempre. Ni siquiera nuestros recuerdos.

Si algo puedo contar desde mi experiencia es que estoy segura que los bajos tiempos llegarán, a menos que no seáis humanos. Pero también decir que si has sido capaz de no olvidarte de lo que vivíais en los altos, los viajes juntos serán ya no psicodélicos, sino trascendentales. 

Esto ya no trata de fotografías, si no de historias creadas y contadas con la finalidad de que éstas acaben siendo pócima y antídoto para llegar allí donde estaréis dentro de 10 o 20 años.