Una historia de amor sin esperarla

Ángela y Javi se conocieron de casualidad por la mala organización de otro ser humano llamado amigo. Al tener que trazar un plan B se encontraron, sin esperarlo, y de casualidad también se dieron cuenta que, aunque suene clásico, estaban hechos el uno para el otro. Nunca es tarde, se había hecho esperar un poco pero ahí estaban por fin para trazar ese camino de arena que les lleva directos a su futuro rural en esa casa que han trabajado ellos mismo. Nunca lo habrían pensado, y menos en ese momento, pero sucedió.