FOTOGRAFÍA DE BODAS CON ENFOQUE CONSCIENTE EN MÁLAGA

Emociones auténticas y esencia humana.

¿Qué pasa si llueve el día de tu boda?

Así que, después de meses organizando hasta el último detalle de la boda, llega el gran día y... ¡sorpresa! El cielo se pone en plan dramático y empieza a soltar unas cuantas gotas. Si estás aquí, probablemente estés pensando: “¿Por qué justo hoy?”. Pero no te preocupes, que como fotógrafa de bodas (y este sábado parece que puede tocarme una, tormenta, digo), te traigo la guía definitiva para sobrevivir y hasta disfrutar de una boda pasada por agua. ¡Y nada de dramas! la lluvia no es un problema, ¡es una oportunidad!

BODORRIOS

RoAddict Photo

10/8/20242 min read

¡Tranquilidad, que tenemos un plan (y paraguas)!

1. El Plan B, esa jugada maestra de los novios precavidos

Lo primero: si la previsión meteorológica parece un poco bipolar, no está de más tener un plan alternativo. Pero no cualquier plan, sino uno tan bueno que tus invitados no noten ni la diferencia. Muchas fincas tienen carpas listas para desplegarse en caso de chaparrón. ¿Qué no hay carpa? No pasa nada, alquilamos una de esas bien elegantes, ¡y listo! La clave es no dejar que unas gotas de agua nos amarguen el día, porque aquí hemos venido a pasarlo bien, llueva o truene.

2. Los paraguas: no solo sirven para no mojarse, también para fotos épicas

Vamos a ser sinceros: los paraguas son el accesorio que nunca habías imaginado para tu boda, pero que ahora resulta ser tu mejor amigo. Y no hablo de los paraguas cutres que se rompen con el viento, ¡no! Hablamos de esos transparentes o en colores neutros que hacen que todo se vea como sacado de una película romántica.

Imagina esto: tú y tu pareja bajo un paraguas, los invitados haciendo corro y todos los ojos puestos en vosotros. Y sí, probablemente alguien se moje un poco, pero eso solo añadirá un toque de “autenticidad”. Además, cuando veas las fotos de la boda, vas a pensar: “¡Menos mal que llovió, porque estas fotos son increíbles!”. Así que nada de agobios, y a abrazar el paraguas como parte del outfit.

3. Nubes y fotos: la luz perfecta para no deslumbrar a nadie (literalmente)

Aquí viene el truco profesional: si el día está nublado, perfecto. Como fotógrafa, te aseguro que la luz suave de un día gris es tu mejor aliada. Las nubes funcionan como un filtro natural (y gratis) que elimina las sombras y consigue que todo el mundo salga guapísimo. Así que, si ves que las nubes se acercan, no te agobies, porque estás a punto de tener las fotos más favorecedoras de tu vida. Eso sí, el filtro de Instagram ya no lo vas a necesitar.

4. ¡Primer baile bajo la lluvia! Como en las películas (pero mejor, porque es tu boda)

Vale, esto es para los valientes y los que se quieren llevar la medalla de la boda más épica. Si la lluvia aparece en el momento perfecto, ¡no te escondas! Haz tu primer baile bajo las gotas de lluvia, con la música sonando de fondo, mientras tus invitados os miran como si estuvieran en el rodaje de una peli romántica. ¡Es que sí! Es un momento que nadie olvidará, y esas fotos... ¡pura magia, te lo digo ya!

La idea es aceptar la situación y convertirla en un recuerdo único.

5. A relajarse y disfrutar: ¡que la lluvia no sea la protagonista!

Al final del día, lo más importante es que disfrutéis de cada momento, con o sin lluvia. Si el cielo decide darle un toque dramático al asunto, que se lo pase bien, pero vosotros a lo vuestro. La boda no es perfecta por el clima, sino por las risas, las miradas y los momentos que compartís. Y créeme, cuando os veáis bailando bajo la lluvia en esas fotos, os daréis cuenta de que ha sido el mejor día de vuestra vida, aunque haya llovido.


Así que, ya lo sabes, si el cielo decide añadirle un toque “extra” a tu boda, ¡tranquilidad y buena cara! y que llueva lo que quiera, que estamos listos para todo!